Desde que comenzó la crisis, nos hemos hartado de los múltiples pronósticos y previsiones, que a través de diferentes Organismos/Instituciones con reconocido prestigio profesional, nos han bombardeado incesantemente en estos últimos años: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, CEOE, Fundacion de las Cajas de Ahorro, las ya olvidadas Agencias de Calificación (Standard & Poor’s, Moody’s o Fitch), y un largo etc. Ni que decir tiene, que ninguna se aproximó a dibujar y a anticiparse a una realidad, que lamentablemente está siendo más cruda que su visión. Lo más curioso resulta, que aunque no hubieran realizado un diagnóstico veraz y a media que ha ido avanzando en el tiempo, se ha podido comprobar, cual equivocados estaban, ninguno de ellos, instituciones punteras e influyentes en la realidad económica ha dado explicaciones o bien ha argumentado la pésima falta de acierto en sus pronósticos.
Pero no todo es así, tan solo han tenido que pasar 6 años, para que al menos uno de ellos, se haya dignado a entonar el “Mea Culpa” y reconocido su falta de precisión en la llamada evolución económica: el Fondo Monetario Internacional. Reconocen que sus pronósticos se basan en unos modelos mecánicos y cuando se producen cambios en el contexto, cambian las variables y por consiguiente el modelo carece de la precisión requerida.
A mismo tiempo señalan que el shock financiero que se produjo en la zona euro (y que aún sigue existiendo), vino a complicar mucho las cosas y que tampoco contaban con la ralentización del crecimiento de los países emergentes. Quizás esto le ha hecho reflexionar en su estrategia de comunicación y por ejemplo en su último informe (octubre del 2014) prevén un crecimiento del PIB mundial hasta el 2018 del 1,8 %, eso sí, con una probabilidad de sufrir una 2ª recesión económica del 40 %… casi nada.
J. Gómez Cabo